¿Qué diferencias hay entre traducción e interpretación?
Estos términos son muy conocidos y utilizados por todo el mundo, pero no siempre se utilizan correctamente. En este post te explico por qué.
¿Qué es la traducción?
Según la Real Academia de la Lengua española, “traducir” es expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado en otra.
Y así es. Un traductor es el que crea un nuevo texto en un idioma a partir de un texto origen escrito en otro idioma diferente.
Por poner un ejemplo real, a una traductora británica llamada Lucia Graves se le presentó en 2004 un libro, “La sombra del viento” (¿te suena este libro del autor catalán Carlos Ruiz Zafón?, seguro que lo has leído o tienes al lado alguien que sí) para que lo tradujera al inglés. Lo que quería conseguir la editorial correspondiente es que el libro que esta traductora presentara como resultado tras semanas de trabajo, tuviera el mismo contenido y significado que el texto original en español pero en una nueva lengua, el inglés.
¿Con qué finalidad? Evidentemente para que los lectores británicos que no hablan español tuvieran acceso a ese libro y pudiesen disfrutarlo. Así se hizo y, por cierto, con un gran éxito, ya que en Reino Unido vendió más de 1.000.000 de copias.
Ese es el objetivo de la traducción: el entendimiento de un texto escrito para los que no hablan la lengua original.
Como curiosidad, el título se tradujo literalmente, “The shadow of the wind”, pero en muchas otras ocasiones los títulos en el nuevo idioma presentan variaciones respecto al original. ¿Te habías dado cuenta? De esto hablaremos en otro post más adelante.
¿Qué es la interpretación?
Me ha sucedido infinidad de veces que cuando digo que soy intérprete, la respuesta de la gente es: “¡Ah! ¡Eres actriz!”, porque, para muchas personas, la interpretación es representar una obra teatral o cinematográfica.
¿Están equivocadas? No, una de las acepciones de este término, y me atrevería a decir que la más extendida, es esa, pero volvamos a visitar el diccionario de la RAE, para ver qué nos dice también:
“Interpretar”: Traducir algo de una lengua a otra, sobre todo cuando se hace oralmente.
Pero… ¿no es lo mismo que la traducción?
La principal diferencia entre traducción e interpretación es que en la traducción se presenta como resultado un texto por escrito, y en la interpretación el servicio es oral.
El traductor se sienta delante de un ordenador, investiga, consulta diccionarios y otros recursos para crear el texto de destino; y el intérprete oralmente traduce en el mismo momento en el que se está produciendo la conversación o el discurso, y tendría como finalidad la comunicación oral entre dos o más personas.
¿Un ejemplo? Cualquier visita oficial que un Jefe de Estado realice a otro país del que desconozca el idioma. En ese caso muy habitualmente suele haber un intérprete junto a cada uno de los representantes del Estado para que puedan entenderse a la perfección.
Como ves, tanto el trabajo de un traductor como el de un intérprete son muy importantes en nuestros días ya que facilitan la comunicación y el entendimiento entre personas de distintos países, ya sea de un modo escrito u oral.